Las iniciativas que nacen en la comunidad resultan de gran valor para construir un puente entre la Innovación Ciudadana y la Innovación Pública para el estímulo de una construcción colectiva.
Es fundamental generar espacios donde la comunidad pueda aportar lo que sabe, lo que hace única su mirada acerca de las problemáticas que la rodean.
También aprender herramientas metodológicas y conceptos para afrontar sus retos, donde la ciudadanía sea la facilitadora en el desarrollo de habilidades comunitarias para el crecimiento, desarrollo digno de cada uno de los integrantes de esa comunidad.
De esta manera la comunidad no sólo es receptora de acciones institucionales, sino que se convierte en protagonista y productora de soluciones y proyectos que impactan en su ámbito, y que transforman la realidad y su cotidianeidad.